El itinerario, de unos ocho kilómetros de longitud, comenzó en la zona de acampada de Tollo Pillete, desde donde el grupo se dirigió hacia la Fuente de la Garrafa, un manantial situado en el fondo del Barranco del Agua. El camino, acompañado por la vegetación típica de los bosques de ribera —álamos, chopos, fresnos, olmos y sauces—, ofreció un entorno húmedo y fértil que, gracias a las lluvias recientes, estaba repleto de setas, plantas aromáticas y enebros en flor, aportando un intenso contraste de colores al paisaje.
El grupo ascendió por la senda que discurre sobre el barranco, desde donde se contemplan impresionantes vistas panorámicas, y descendió posteriormente hasta el cauce, siguiendo los canales de riego y cruzando pequeños puentes de troncos, algunos de ellos tan resbaladizos como pintorescos. La caminata continuó hasta la Fuente del Tobarro, una fuente natural de dos chorros que llena una pequeña balsa rodeada de pinares, robles y alcornoques, donde los senderistas aprovecharon para descansar y compartir el almuerzo al sol.
Tras la pausa, el grupo retomó el ascenso hacia el Molino de Peña Horadada, hoy en ruinas, que antaño aprovechaba la fuerza del agua del barranco para moler el grano. Desde allí, los senderistas completaron el tramo final del recorrido hasta regresar de nuevo a la Fuente de la Garrafa, donde esperaba el autobús de regreso a Villena.
Aviana destacó el excelente ambiente y la buena meteorología que acompañaron esta ruta circular, que permitió a los participantes disfrutar de un auténtico espectáculo natural otoñal, del contacto con la naturaleza y de la convivencia que caracteriza cada una de sus salidas.