La investigación comenzó en 2023, cuando los agentes detectaron un patrón de robos que afectaba principalmente a mujeres de edad avanzada. El modus operandi del autor consistía en mezclarse entre los clientes de supermercados, seleccionar a su víctima y, en un momento de descuido, sustraer carteras y bolsos del interior de los carros de la compra.
Posteriormente, utilizaba las tarjetas bancarias robadas para realizar compras en estancos, gasolineras y comercios de telefonía, o para extraer dinero en cajeros automáticos. En uno de los casos, logró sacar más de 1.000 euros de una misma cuenta. El perjuicio económico acumulado es elevado, con múltiples hurtos y estafas valorados en varios cientos de euros cada uno.
El detenido, que operaba con rapidez y cambiaba de ubicación constantemente, dificultaba su localización al moverse entre diferentes municipios de la provincia y cambiar frecuentemente de vehículo y domicilio. En total, se le imputan 14 delitos de hurto, 12 de estafa y 2 quebrantamientos de medida cautelar, al incumplir órdenes de alejamiento dictadas por el juzgado respecto a algunos de los establecimientos afectados.
Finalmente, en marzo de este año, los investigadores tuvieron conocimiento de su ingreso en el Centro Penitenciario de Fontcalent, donde acudieron para formalizar la detención e imputarle los hechos investigados. La Guardia Civil recuerda a la ciudadanía, especialmente a las personas mayores, la importancia de extremar las precauciones en lugares concurridos: no perder de vista las pertenencias, evitar llevar joyas u objetos de valor, proteger las claves bancarias y estar atentos al retirar dinero en cajeros.