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EL TEATRO CHAPÍ ARRANCA TEMPORADA CON PONCIA

2 de octubre de 2024

Esta obra teatral con dramaturgia y dirección de Luis Luque, es un texto escrito a partir de La Casa de Bernarda Alba. Con ella comienza la temporada de otoño que se extenderá hasta finales de enero. Su protagonista es la Poncia, criada de Bernarda Alba, encarnada por la actriz y cantante Lolita Flores, en un papel que ha sido recibido con elogiosas críticas. La cita es el viernes 4 de octubre a las 20’00 h.

Dentro de una tormenta de niebla, Poncia (Lolita Flores) la criada de Bernarda Alba, reza por la muerte de Adela, la menor de las cinco hijas de Bernarda. Después de la tragedia, la casa se ha sumido en un mar de silencio. Poncia habla sola y también con ellas, con Bernarda Alba y sus hijas. Este texto está escrito a partir de las intervenciones del personaje de Poncia en la obra de Federico García Lorca. En un profundo análisis del personaje, Luis Luque ha rescatado las intervenciones de Poncia y las ha convertido en reflexión, soliloquios, diálogos con fantasmas y sombras. De este modo, se alumbra un nuevo mirar dentro de la casa. En la obra original asistimos a una sucesión de hechos que se desarrollan en orden cronológico. Aquí, en esta Poncia, no. Ella habla después del shock producido por el suicidio de Adela. Todo ocurre después de su muerte. La lengua de Poncia se desata en un lugar y en un tiempo prohibidos para las palabras. Poncia ajusta cuentas con las habitantes que sobreviven dentro de la casa. Descubrimos la simpatía de Poncia por la más joven de las hijas, la reivindica. “Ha muerto una hembra valiente”, dice, y se culpa a sí misma de no haber hecho más de lo que hizo.

Para su autor, Luis Luque, los personajes de las criadas encierran un enigma interesante: son testigos de los avatares de sus dueños y amos, conocen la verdad del interior de las casas y poseen la filosofía oculta de las clases populares. Escuchamos la voz de la criada para iluminar los rincones oscuros de la obra de Lorca. Poncia habla de suicidio, libertad, culpa, educación y sexo. Y lo hace con toda la fuerza de una voz que ha sido maltratada y callada. El alma de “la Poncia” se abre para insistir en la necesidad de transferir a los demás la idea de amarnos en libertad.

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