Según la información difundida por medios digitales, el circo ha solicitado autorización municipal para ofrecer un espectáculo con una treintena de animales de diversas especies, entre ellos caballos, bovinos, llamas, dromedarios, emús, avestruces, ocas y reptiles como boas, pitones y anacondas. Los servicios técnicos del Ayuntamiento aún están estudiando la solicitud.
Las entidades recuerdan que el uso de serpientes y otros animales salvajes contraviene el artículo 25.e) de la Ley 7/2023 de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, que prohíbe expresamente la utilización de fauna silvestre en espectáculos circenses, aunque los animales hayan nacido en cautividad.
En este sentido, las organizaciones instan al consistorio a denegar la autorización de forma preventiva, advirtiendo que su concesión supondría una vulneración flagrante de la normativa estatal. Desde la entrada en vigor de la ley —cuyo plazo de adaptación expiró seis meses después de su aprobación— no existe ninguna excepción legal que permita exhibir animales salvajes en circos. Su incumplimiento, apuntan, podría constituir una infracción muy grave, sancionable con multas de hasta 200.000 euros según el artículo 75.g) de la ley.
Respecto al resto de especies incluidas en el espectáculo, las entidades recuerdan que se trata de animales de producción o consumo, cuyo traslado y mantenimiento deben cumplir lo establecido en el Real Decreto 728/2007, que exige que los movimientos de ganado se realicen únicamente entre instalaciones registradas en el REGA (Registro General de Explotaciones Ganaderas). Por ello, si el solar donde pretende instalarse el circo no dispone de dicho registro, tampoco debería autorizarse la presencia de estos animales.
Finalmente, ANDA, AAP Primadomus, AnimaNaturalis y FAADA reclaman al Ayuntamiento de Valencia que cumpla la legislación vigente y evite la instalación de un espectáculo que vulnera los derechos de los animales y se lucra a través de su explotación. “La ley es clara: el uso de fauna silvestre en circos está prohibido en toda España. No puede haber excepciones”, subrayan las entidades, que apelan a la responsabilidad institucional y al compromiso ético con la protección animal.