Según ha explicado, tanto el propio Ayuntamiento como diversas comunidades de regantes, asociaciones y particulares han presentado múltiples alegaciones en cada fase del proceso. Estas han provocado varias modificaciones del proyecto, más de tres en total, relacionadas con el proyecto que está previsto se lleve a cabo en la huerta de la localidad.
En este sentido, el equipo de gobierno ha recordado que todas las administraciones implicadas tienen responsabilidad en el desarrollo de estos proyectos. En el caso del Ayuntamiento, ya se ha iniciado el trámite de una modificación puntual del planeamiento urbanístico, que será remitida a la Conselleria este mes de junio. El proceso comenzó en abril con la entrega de documentación por parte de la empresa redactora, se revisó en mayo, y ahora se encuentra en fase final de informe técnico municipal.
No obstante, desde el consistorio lamentan que ni la administración autonómica ni la estatal hayan dado una respuesta satisfactoria a las demandas del territorio en materia de planificación y acumulación de proyectos. “Nunca se ha tenido en cuenta el impacto acumulativo al conceder las autorizaciones”.
Pese a estas limitaciones, el Ayuntamiento valora positivamente que, gracias a las alegaciones y recursos presentados por distintas entidades —entre ellas la Asociación Salvatierra—, algunos proyectos hayan sido modificados o minimizados en su impacto. “Aun así, hay que decir que las herramientas que se han puesto a disposición de los ayuntamientos han sido muy limitadas”, concluía el edil.