La presidenta de la Asociación de Vecinos del Rabal, Luisa Aroca, abrió la rueda de prensa de presentación detallando un programa repleto de novedades y consolidado como una de las grandes citas culturales y turísticas de Villena. Desde el cartel anunciador, obra de Rafael Esteban, hasta nuevas teatralizaciones, conciertos, talleres y recreaciones históricas, el programa busca no solo entretener, sino seguir impulsando la recuperación del casco histórico.
Entre las novedades de este año destacan la representación “La cruz de las Meninas. Romance de Alonso y Ana”, el cambio de formato de Las Cinco Campanadas por la teatralización «La sangre del título de ciudad», y una conferencia inaugural sobre la Guerra de las Germanías y el privilegio real que elevó a Villena a ciudad, a cargo de David García Gómez. También se presenta una nueva exposición sobre la Inquisición, visitas guiadas en inglés, actividades infantiles y la recuperación de la espectacular Procesión de las Antorchas, si el tiempo lo permite.
No faltará la esperada Boda Medieval, los combates, danzas, talleres artesanales, conciertos en la explanada del castillo, y una nueva edición de la moneda del Medievo, esta vez con diseño inédito de Pedro Marco conmemorando el V Centenario. Pepe Cabanes, expresidente de la asociación y responsable de confeccionar el programa, reivindicó el carácter único de estas fiestas: “No son un mercado medieval más, son unas fiestas con alma, organizadas desde la implicación de casi 50 colectivos y vecinos del Rabal, sin empresas detrás”.
El evento contará con 22 escenarios simultáneos, una programación ajustada cada 15 minutos y una organización que busca evitar aglomeraciones, incluso reduciendo la promoción fuera de la ciudad para mantener su esencia.
Más de 180 puestos, decoraciones elaboradas por voluntarios y 6.300 metros de banderines vestirán el barrio en un ambiente que espera repetir el éxito de años anteriores. Las Peñas, que ya rozan la cincuentena, volverán a tener protagonismo con su acto de bienvenida y su papel dinamizador del barrio. Como medida de respeto, se volverá a pedir responsabilidad con los horarios y el volumen de la música para favorecer la convivencia vecinal.
En cuanto a la gestión del espacio, se ha cedido el punto de información a Cáritas, se volverá a contar con la cerveza artesanal de El Refugio de la Cerveza y se estudian ampliaciones en la zona de San Antón, sin necesidad de incluir más puestos, sino diversificando actividades. Además, la organización trabaja en un plan de contingencia ante la lluvia, habilitando espacios alternativos en colaboración con comparsas, Junta Central de Fiestas y propietarios particulares.
En clave reivindicativa, la asociación insistió en la necesidad de crear la Oficina del Casco Histórico, contemplada en la RPT municipal pero aún sin personal asignado, y pidió agilidad administrativa para evitar el deterioro del barrio. Tanto Luisa Aroca como Eva García coincidieron en que se está avanzando en mejoras, pero queda camino por recorrer para lograr que el casco histórico recupere la vitalidad de antaño.
Las Fiestas del Medievo no solo son un viaje al pasado, sino una apuesta decidida por el presente y el futuro de Villena. Con alma, esfuerzo colectivo y raíces profundas, el Rabal volverá a ser el corazón de la ciudad.