La entidad ecologista recuerda que la Sierra está legalmente protegida como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), ZEC (Zona de Especial Conservación) y LIC (Lugar de Interés Comunitario), y alerta del grave impacto que tendrán estos proyectos sobre la biodiversidad, los hábitats naturales, el empleo rural y la identidad paisajística del territorio.
“Mientras miramos al pasado con admiración, no podemos cerrar los ojos ante el presente que estamos destruyendo ni al futuro que estamos hipotecando”, subraya el comunicado, que enumera consecuencias como la pérdida de fauna protegida —águila real, búho real o águila perdicera—, la desaparición de cultivos tradicionales y el empobrecimiento de un territorio ya castigado.
La crítica se dirige también al equipo de gobierno, especialmente al concejal de Hacienda, por defender las macroplantas como una vía para “sanear las cuentas municipales”. Salvatierra denuncia que esta visión “puramente económica” ignora el valor ambiental y patrimonial del entorno: “Un valor que no se puede calcular en euros ni recuperar con subvenciones”.
La asociación recuerda que las energías renovables son necesarias, pero exige una planificación más sensata: “No se puede vestir de verde una destrucción silenciosa. No podemos celebrar cinco siglos de historia mientras destruimos lo que nos permite tener un futuro digno y habitable”.
El comunicado concluye con una llamada a la reflexión y a la acción política: “Estamos a tiempo de rectificar. De proteger, de planificar con criterio, de poner la vida y el territorio en el centro. Hagamos que este 2025 sea una verdadera celebración, no el inicio de una larga pérdida”.