La primera actividad del año se ha realizado para celebrar el Día sin coche, con una salida a pie desde el jardín de los Salesianos, donde más de sesenta personas socias de Aviana nos hemos dado cita la mañana del día 14 de enero para realizar una ruta de 19 km.
Esta es la crónica de AVIANA tras la primera salida del 2024 para celebrar el Día Sin Coche.
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Iniciamos el recorrido por las calles de Villena atravesando el casco histórico y, por la calle Rulda, nos dirigimos hacia la zona del polígono industrial de Bulilla. A partir de ahí nos adentramos en el cauce del río Vinalopó, aunque en algunas zonas el paso se estrechaba mucho debido a la vegetación que lo invade, hasta un punto en el que el carrizo es tan intenso que no nos permite seguir por el trazado del río y tomamos la desviación hacia la Casa Zúñiga, lugar donde realizamos el respiro del almuerzo y la tertulia, clásicos indispensables en las salidas de Aviana.
Tras la pausa, y con las fuerzas recargadas, iniciamos la vuelta siguiendo el trazado de la Acequia del Rey, cruzando la carretera de Pinoso y, sin dejar el camino junto a la acequia, llegamos hasta el Salero Viejo. A partir de este punto nos incorporamos a la Vía verde del antiguo Chicharra entrando a Villena por dicho camino, tan transitado por las gentes de Villena.
Hay que recordar que el trazado del río por el que hemos transitado, es una desviación del original río que se llevó a cabo a inicios del siglo XX debido a las continuas inundaciones y desbordamientos que ocurrían frecuentemente en varias zonas de huerta de Villena. Este nuevo cauce comienza en la cabecera del Caracol hasta llegar en línea recta a la acequia del Rey con 6,2 km. de distancia. Se construyó un muro de hormigón de más de 2,5 m. de alto y casi un metro de grueso, desviando el caudal a la margen izquierda del río. Si os animáis a caminar por este cauce observaréis unos triples escalones de sillería con taludes laterales, colocados a distancia según pendiente. En esta obra trabajaron muchas personas de Villena y forasteros con sus carros y caballerías, incluso trabajaron niños de entre 11 y 14 años por un mísero sueldo, que se abrió expediente del tema. Todavía quedan descendientes de aquellos villeneros con el apodo de Los Cauceros.
Agradecemos esta información a Pepe Marco Hernández, aunque él dispone de muchos más datos, a nosotros nos ha ilustrado durante esta salida, cumpliendo así con los objetivos de Aviana de conocer nuestro entorno para disfrutarlo y respetarlo.
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