Davinia tiene dos pasiones: la música y la pintura, y es complicado no solo separar la una de la otra sino, también, saber qué fue antes. Algo así como lo del huevo y la gallina pero con el talento a raudales que desprende por los cuatro costados. Davinia nos habla de pasado, presente y futuro. De cómo fueron sus inicios, de bolo en bolo, de una forma casi natural. Y de cómo pintaba a la luz del sol mientras escuchaba vinilos de fondo. De su paso por diferentes formaciones musicales. De su crecimiento, en definitiva, como artista.