Este hallazgo no supondrá la paralización de las obras a pesar de activar las medidas de catalogación y protección. Las obras han dejado a la luz un tramo de las murallas de la ciudad medieval en la calle José Zapater lo que ha obligado al Servicio Municipal de Arqueología y Patrimonio a activar el protocolo necesario para su análisis y la toma en consideración de las medidas de protección.
El descubrimiento se produjo el pasado lunes cuando el arqueólogo de la empresa, Aitor Ayala, detectó un tramo de la muralla de la villa. María Server, edil de Cultura, ha explicado que “dado que la que la muralla se trata de un Bien de Interés Cultura, junto con el Castillo de la Atalaya, es necesario adoptar medidas de protección y conservación para que las obras presentes y futuras de reurbanización no dañen estos restos restos que se han conservado durante siete siglos”.
La muralla de Villena fue construida en la primera década del S.XIV y abrazaba buena parte de lo que se conoce como el barrio de la Villa, conectándolo con el castillo y dejando fuera de su abrigo a “El Rabal”. A finales de la Edad MEdia el recinto perdió su sentido defensivo así que la muralla fue absorbida por las fachadas de las construcciones domésticas o, en otros casos, derribada para ampliar accesos urbanos.
