La exposición estará abierta al público en la Ermita de San Antón hasta el próximo 26 de mayo. En ella, se deja a un lado la tristeza que acompaña a la muerte para centrarse en el recuerdo y la memoria de quien nos deja. “Es un homenaje a la vida desde la muerte. A la vida de quién se va, pero también a la vida de quien se queda y ha tenido el privilegio de compartir amor, amistad y alegría con esa persona a la que recordará siempre.”

El proyecto está compuesto por 20 fotografías de gran formato, en blanco y negro, que se han realizado en varias localizaciones elegidas concienzudamente: los cementerios de la Real Archicofradía Sacramental de Santa Ana (Madrid), en la Almudena (Madrid), en Sad Hill (Burgos) y en Villena. Cada uno de los cementerios que han visitado les ha sugerido una historia, un personaje, una época y un estilismo. Además, en la inauguración no faltará la música en vivo a cargo del concierto acústico de la banda “Ingresó Cadáver”.